Durante una década Esperanza Ortega publicó sus columnas semanales en las que procuraba dejar una huella de su pensamiento y de sus lecturas sin renunciar a vivir en el mundo. La defensa de la educación pública, la lucha feminista, la denuncia de la corrupción y el homenaje a aquellas personas que hacen la realidad más habitable aparecen ensartados en estos 101 textos de no más de 3.500 caracteres, como testimonio de una década, la que va de 2010 a 2020, presidida por la crisis económica y la corrupción moral y, sin embargo, rica en sucesos dignos de ser comentados. Eso es lo que nos ofrece la lectura de Las palabras y los días, uno de los mundos de los que hablaba Paul Éluard reescrito por una autora que siempre procuró cobijar el presente bajo la solícita sombra de la poesía.